AutoCar.co.uk prueba el Rolls-Royce Phantom 102 EX y queda impresionado

Con el Rolls-Royce 102 EX, que se presentó en Ginebra hace unas semanas, la marca de lujo británica quiere averiguar si la movilidad eléctrica puede, en principio, conciliarse con los objetivos de la marca y si las características de conducción habituales de un Rolls-Royce también pueden hacerse realidad con un tren motriz de este tipo. La semana pasada, la publicación británica AutoCar tuvo la oportunidad exclusiva de hacerse una idea del comportamiento al volante de la lujosa berlina eléctrica y ahora ha escrito un interesante reportaje al respecto.

 

Gracias al mayor paquete de baterías jamás instalado en un automóvil, con una capacidad de almacenamiento de 71 kWh y un peso total de 640 kilogramos, se supone que la pesada berlina ofrece una autonomía de 160 a 200 kilómetros sin que sea necesario sacrificar unas prestaciones de conducción superiores. Con 394 CV y un par máximo de 800 Newton metro, el 102 EX también puede conducirse de forma acorde con su estatus, y la aceleración desde parado hasta velocidad de autopista debería ser inferior a ocho segundos. ¿Vives en Murcia y estás buscando cambiar de coche? Visita el concesionario de coches segunda mano Murcia Crestanevada.

 

Pero, ¿cómo puede conducirse la berlina en el día a día? Gracias a la potencia proporcionada en todo momento, el Phantom con motor eléctrico resultaba en principio mucho más convincente que el Phantom con motor de combustión en una comparación directa. En cualquier situación, hay suficiente potencia disponible y nunca se tiene la impresión de que el motor esté esforzándose o pidiendo una marcha diferente, algo que de todas formas no sería posible en el Phantom eléctrico, teniendo en cuenta la caja de cambios. O corto:

 

    En realidad, este sistema de propulsión eléctrico cumple la promesa de Rolls Royce mejor que cualquier motor de combustión interna.

 

Si hay algo que criticar, es el ruido de rodadura de los neumáticos, que es algo más directo o, al menos, más deliberado para el oído de los ocupantes. Prácticamente no hay otros ruidos, porque los motores eléctricos de la parte trasera hacen su trabajo de forma inaudible y el ruido del viento en el Phantom Sedán sólo se produce a velocidades que, de todos modos, no está permitido circular por las carreteras rurales inglesas.

 

Sin embargo, AutoCar ve las mayores desventajas en los puntos de la autonomía y el tiempo de carga, ya que el enorme paquete de baterías necesita al menos ocho horas para cargarse por completo. En la práctica, un híbrido con motores eléctricos y un extensor de autonomía sería mucho más deseable que la versión puramente eléctrica, que convence por su comportamiento al volante, pero cuya autonomía es demasiado limitada en el uso cotidiano.